miércoles, 14 de enero de 2009

Momentos

El fin de semana pasado con un grupo de amigos nos dirigimos a “La Angostura” para hacer descenso, dicha actividad se esta convirtiendo en una regla de cada principio de año para mi. El grupo abecés cambia, quizás lo haga conforme las metas de cada uno para el año que se inicia, lo extraño es que aunque sea en el mismo lugar la actividad nunca es la misma.

Lo cierto es que en un principio fue como siempre, unos llegan puntuales, otros no; unos vienen con muchas ganas de vivir la experiencia, otros vienen por tener un momento agradable con amigos que no ven hace tiempo; lo cierto es que todos volvemos con algo que contar, chistes, experiencias, vivencias.

Siempre al terminar la actividad viene el momento de relax al mejor estilo nescafe en el que todos en un ruedo hablamos, gozamos, reímos, compartimos. Es curioso que siempre me agradezcan el vivir la experiencia, cuando yo soy el más bendecido con la satisfacción que me dan.

Ayer hablábamos con M, una amiga con la que no compartíamos ni siquiera charlas en años y que se notaba la emoción en sus ojos, ojos que dejaban abierta la ventana de su alma e invitaban a ingresar/volver a un mundo distante del que los sueños ocasionalmente cruzan hacia nuestra realidad. Yo le dije que había vuelto mas joven, a lo que ella me respondió que no se sentía vieja antes de ir, pero que ahora si se siente mas viva.

Actividades como esta eran parte de nuestra rutina de adolescentes, y ambos convenimos en que hacerlas ahora es un recargar de nuestras baterías, es volver a sentirnos jóvenes, mas que por la edad o el cuerpo, por el retorno de nuestros ideales, de nuestra concepción del mundo, es el renovar nuestros espíritus.

Quizás nunca fuiste scout o viviste cosas parecidas, pero lo cierto es que hay actividades propias de la juventud, hablo de actividades constructivas, desafiantes, enriquecedoras y por mas edad que se tenga nunca es tarde para realizarlas, para experimentarlas, para sentirlas, para vivirlas!!!

Hace unos 7 años con mis compañeros de facultad empezamos a vivirlas, paseos en bicicleta, viajes al campo, deportes extremos y eso consolido un grupo que ahora todos tenemos en un lugar especial del corazón y que aseguramos va a perdurar el resto de nuestras vidas. Como dicen, la vida se mide por los momentos que te quitan el aliento y las personas que están a tu lado en ese preciso instante son las que marcan la diferencia.