martes, 5 de febrero de 2008

Deseos

El mundo de hoy gira rápidamente y los cambios son constantes, lo curioso es que sin embargo el estilo de vida actual nos envuelve en rutinas, y si bien es cierto que las experiencias son para recordarlas, más no para revivirlas, hoy extrañe una parte importante de mi rutina, la típica noche del jueves con mis sobrinos, ese momento en el que vuelvo a ser niño, los juegos que me ayudan a despojarme del adulto y reír hasta que duele, dejar volar la imaginación hasta que se va la noche y empezamos a cabecear.
Una amiga me dijo una ves “no hay que chochear con hijo ajeno, a eso hay que hacer los propios”, pero yo todavía no quiero los propios, no es que no me sienta listo para esa responsabilidad, es que simplemente no la quiero, hay una serie de cosas que quiero hacer antes, vivir solo un tiempo (desde la próxima semana hasta el matrimonio), viajar, conocer Uyuni y el Huayna Potosi, avanzar en la U (este sábado la retomo, estudio derecho como 2da carrera), casarme (Dios mediante este año) y disfrutar la vida sin hijos con mi pareja (después disfrutaremos la con hijos), iniciar la escritura de un libro, escribir y publicar un articulo sobre mi carrera, entre tantas cosas.
Y cuando me toque ser padre, quiero ser uno excelente, uno que tenga experiencias para enseñar, uno que tenga sueños para contagiarles, uno que tenga vivencias para compartir con ellos, uno que tenga todo el tiempo y el amor del mundo para entregarles.
Lo importante no es llegar a la cima, sino lo que hiciste para llegar y como llegaste; y si subiste montañas pequeñas antes, cuando te toque el gran reto vas a estar preparado. Pero si no lo hiciste concéntrate en esta y no en aquellas.