jueves, 14 de febrero de 2008

Proyectos

El rapel (descenso) nos enseña mucho; un amigo dijo, "el miedo puede ser un gran compañero mientras sepas controlarlo", el tema del descenso es que una ves das el primer salto estas solo, hay quien te orienta desde arriba y quien te puede frenar abajo; pero la velocidad, el equilibrio y la fuerza son completamente propias.
No hay mayor placer que reinventarse a si mismo, una frase poderosa que en el contexto adecuado nos puede llevar a asumir grandes desafíos.
Soy un aficionado de los deportes extremos, y es porque creo que se desarrolla la mejor competencia, aquella que es con uno mismo, nos ponemos retos y buscamos superarlos, nos demostramos a nosotros mismos de lo que somos capaces y liberamos adrenalina que nos llena de vida.
Nos colocamos en el lugar de los demas competidores y nos colaboramos completamente en lo que a logistica y fuerza se refiere, nos apoyamos tanto animica como fisicamente.
Así como el oro y el acero deben someterse a temperaturas elevadas para darle la mejor forma y el mejor uso para realzar el valor de estos, los seres humanos debemos someternos a pruebas extremas para forjar nuestro carácter, para templar nuestra alma y para ser perfeccionados como personas.
Dentro de estos emprendimientos creo que el subir una montaña puede ser mas que una aventura excitante; el escalar la montaña en primer lugar nos enseña a ser honestos con nosotros mismos, con nuestra preparación y nuestras limitaciones porque arriba no se puede hacer trampa, se tiene que hacer lo que se es capaz de hacer.