sábado, 1 de noviembre de 2008

Jornadas Profesionales

El viernes pasado el colegio de contadores convoco a una reunión para definir/sacar un pronunciamiento sobre una norma aprobada la gestión pasada que tiene efectos de distorsión sobre los EEFF, en otras palabras que fue creada para dar soluciones pero emite problemas.
El tema del post no esta relacionado con la norma sino con la participación de alguien en la plenaria y voy a citar textualmente la introduccion de su participacion; “Yo fui parte del consejo técnico que emitió la norma en el 86, en su momento dijimos que tendría una vigencia aproximada de 20 años (fue modificada en el 2007), llevo 10 años retirado de la profesión y tuve mas de 40 de ejercicio profesional (saquen sus cuentas), hace unos meses alguien me pidió mi opinión sobre esta modificación …..”, y en ese momento nos dio una cátedra con ejemplos palpables y sencillos, con un dominio del micrófono y el auditorio y sobre todo de la tematica que nos impresiono a muchos.
Recordé que alguien alguna ves me dijo “vas a ser un viejito bien lucido, haciendo referencia a mis estudios y mi gusto por lectura” y vi algo en el algo que anhelo para mi futuro, una persona con mas de 70 años y una lucidez impresionante para explicarnos a los profesionales del presente las consecuencias de nuestros actos, haciéndonos notar que no podemos ser mas papistas que el papa y que nuestra normativa debe estar concordada con nuestra realidad.
Creo que ese día tuve una constatación de que las acciones de nuestra juventud marcan el estatus de nuestro futuro, recorde a un amigo que me dijo, "no envejecemos con los años sino cuando decidimos quedarnos en una etapa y no avanzar a la siguiente".
En una conferencia escuche que pueden haber jovenes de 50 y ancianos de 20, y es que cuando nos encasillamos en algo, nos cerramos a aprender, cuando decidimos no investigar mas; es cuando empezamos a olvidar, a volvernos holgazanes y entonces es que los años entran.
Encambio el ser joven es el estar dispuesto a asumir retos, estar siempre con los ojos bien abiertos, esos ojos de un bebe que siempre están captando lo maravilloso que es este mundo y tomando atención en cada detalle, es llevar con nosotros esa cuota de idealismo que nos hace sentir las fuerzas suficientes para cambiar este mundo, es llenarnos el corazón de amor, de comprensión, de paz, de tolerancia y por sobre todo de sabiduría (esa sabiduría que solo se puede resumir en el pensamiento de Sócrates, cuando dijo "solo se que nada se" porque se esta dispuesto a analizar todo, a escuchar las ideas y abrazarlas como propias cuando comulga con sus valores, porque se sabe que “un poema no es de quien lo escribe, sino de quien lo necesita” y por sobre todo porque se es la definición perfecta de idealista (Persona que le brillan los ojos y el amor se siente salir de sus labios cuando te narran sus sueños.
En cambio los ancianos son aquellas que están cansadas por los golpes y el ajetreo de la vida, aquellos que ya lo saben todo y no necesitan aprender nada.